A veces la vida se retuerce de tal forma que lo cerca se
vuelve lejos y lo lejos se mete dentro, más dentro que la sangre.
Y la sangre se enfría, se enfada y se aleja,
y la carne ajena se vuelve sangre.
Y los días se suceden en años, y en esfuerzo, y en
constancia.
Y hay años que desaparecen de balde,
y otros días que valen años. O valen vidas completas.
A veces la vida se anuda y se desanuda,
y nosotros no podemos hacer nada.
Solo agarrarla, sostenerla.
Como en la palma de la mano.
ibarranco
2 comentarios:
y las rozaduras de los nudos solo se borran con tiempo... muy buen articulo. muy buen blog , seria de agradecer que vieras el mio: link text
Fallo en el link te lo reenvio: una mattina naranja
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