Bienvenidos al mundo que he recorrido en mis vaqueros.
Espero que disfrutéis de las vistas.

A veces es complicado ser feliz. Es cuando sientes ese vacío en el pecho, y respiras hondo, tan hondo que llega al alma, y ni aún así desaparece.
Cuando piensas, cansado ya, que cuándo va a tocarte a ti el turno. Cuando las luces de Navidad se encienden, y todo brilla afuera, y resplandece, pero dentro de ti habita un nido de oscuridad, que parece eclipsar toda la luz.
Es cuando te escuecen los ojos por la calle, y parpadeas mil veces, para que no caiga ni una sola lágrima. Cuando la música suena, ensordecedora, alrededor, pero no escuchas nada, solo tu corazón acelerado en el pecho. Y eres consciente en ese momento, de que estás solo.
Es correr, pisando los charcos, en dirección a ninguna parte. La ropa, empapada, el agua que ensucia y limpia a la vez. Correr, sin importar a dónde, solo lejos, tan lejos como te lleven tus pies empapados, hasta el final… 
Israel Barranco.

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