Bienvenidos al mundo que he recorrido en mis vaqueros.
Espero que disfrutéis de las vistas.

Cerveza y Fin

Como dijo una buena amiga, los finales están muy mal valorados. La palabra “fin” es injustamente odiada y despreciada en nuestra sociedad, decía ella, mientras yo bebía tragos y más tragos de cerveza.
Y la escuchaba exponer sus heridas, y me reconocía en muchas de ellas. La escuchaba destapar sufrimientos, como lo hace ella, con cuidado. Bromeando, para rebajar un poco el nivel de amargura.
Y es que somos puñeteros para todo. “Jodíos humanos”, pensarán los perros. Lo complicamos todo. Bendita inconsciencia, bendita supremacía de los instintos sobre la capacidad de racionalizar.

Racionalizar es morir. Es la gran segunda enseñanza de la noche.
Intentar racionalizar lo que no es razonable. “Es que no lo entiendo”. Ya, pero a veces no pueden comprenderse las cosas. “El lenguaje del corazón”, diría Paulo Coelho. Y un cuerno. Malditas situaciones irracionales. Malditas personas sin lógica ni capacidad. Malditos nosotros, cuando nos vemos arrastrados a una situación de esas, con una persona de esas. Entonces no entendemos las reglas del juego, y nos queremos morir. Peces asustados fuera del agua.

Maldita incapacidad para soltar, y decir “hasta aquí hemos llegado”.
Malditas ilusiones, que nos ataron estrechamente a futuros que no existen. Que no existieron jamás. Que fueron resultado de maquinaciones de nuestro cerebro.
Pobres incautos, los humanos.

Y a veces, todo el dolor, todo el malhumor, todas las frustraciones y la ira irracional se aglutinan en la boca del estómago.
Y se precipita el momento en que, henchidos de hartura y orgullo (tardío, el cabrón. ¿Dónde estabas?) nos ponemos en pie, damos un golpe y derramamos la cerveza.
Y gritamos “¡Hasta aquí hemos llegado!”. Y todo el bar se detiene, incrédulo, a mirar la escena.
Ojalá lo hubiéramos hecho.

En vez de eso, nos reímos, y pedimos más cerveza, decimos “Fin”, en bajito.
Como si nos diera vergüenza.
Como si poner “fin” fuera algo indigno,
de lo que avergonzarse.


ibarranco

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